top of page

Por amor a Dios, ¡pelea!

El matrimonio es maravilloso, pero nunca es perfecto. A menudo, esas imperfecciones pueden llevar a peleas dolorosas, discusiones interminables y al deseo de rendirse y marcharse. ¿Cuál es la solución cuando todo se siente perdido? ¿Cómo podemos evitar llegar a ese punto? Únete a nosotros mientras aprendemos cómo luchar por nuestros matrimonios de la manera correcta y cómo tener relaciones duraderas y saludables.

Por amor a Dios, ¡pelea!

Parte 3: Reconstruyendo mi matrimonio

Pastor José Alonso

17 mar 2024

Notas del mensaje

 

Génesis 3:8-13

8 Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. 9 Pero el SEÑOR Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?». 10 Y él respondió: «Te oí en el huerto, tuve miedo porque estaba desnudo, y me escondí». 11 «¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo?», le preguntó Dios. «¿Has comido del árbol del cual Yo te mandé que no comieras?». 12 El hombre respondió: «La mujer que Tú me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí». 13 Entonces el SEÑOR Dios dijo a la mujer: «¿Qué es esto que has hecho?». «La serpiente me engañó, y yo comí», respondió la mujer.

  1. Las peleas son una parte _________ de un matrimonio.

  2. Las peleas son una parte ____________ en un matrimonio.

    1. Las peleas sacan a la luz ____________, ____________ y ______________.

    2. Las peleas pueden ser utilizadas para ____________ la unión en la relación matrimonial.

  3. Pelea de la manera ____________.

    1. _____________ bajo control, no fuera de control.

    2. Expresa tus ____________ sin deshonrar al otro.

    3. Detente y __________ en tus hijos.

    4. El objetivo no es ganar la pelea, sino __________ a Cristo.


bottom of page